Articulaciones
¿Qué es la Artritis Reumatoide?
La artritis reumatoide es una de las formas de artritis más frecuente y es considerada una enfermedad autoinmune, dado que los anticuerpos atacan la membrana sinovial del tejido conectivo de la cavidad articular.
¿Cuáles son las características de la Artritis Reumatoide?
- Produce dolor e inflamación y de no ser diagnosticada a tiempo, puede desencadenar incapacidad y gran limitación
- Suele comenzar a temprana edad (20-40 años)
- Es más frecuente en mujeres y presenta síntomas como fiebre, pérdida de peso e inflamación de las articulaciones
- Las manos son el lugar preferido de esta afección, principalmente las zonas de la muñeca y las falanges proximales
¿Cuáles son las causas de la Artritis Reumatoide?
- Factores hereditarios: carga genética trasmitida de padres a hijos
- Factores ambientales
- Factores hormonales
¿Cómo se diagnostica la Artritis Reumatoide?
Para diagnosticar la artritis reumatoide, los médicos tienen en cuenta la historia clínica, el examen físico y radiológico, y los análisis de laboratorio. Sin embargo puede ser difícil el diagnóstico ya que:
•No existe una prueba específica para determinar la enfermedad
•Los síntomas pueden ser iguales a los de otras enfermedades articulares
•Puede llevar algún tiempo la aparición del cuadro completo con todos los síntomas
¿Cómo es el tratamiento de la Artritis Reumatoide?
Puede incluir:
- Cambios en el estilo de vida
- Medicamentos
- Cirugía
- Visitas de control
- Terapias alternativas
El tratamiento de la artritis consiste en el uso de medicinas que alivian el dolor y la inflamación, y restauran la movilidad de las articulaciones afectadas. La medicina tradicional usa antiinflamatorios no esteroideos.
Los productos naturales pueden ser utilizados para complementar el tratamiento, lo que ayuda a reducir el uso de fármacos afectan al organismo.
Se recomienda:
- Mantener un equilibrio entre el descanso y el ejercicio
- Cuidar las articulaciones
- Reducir el estrés
- Consumir una dieta saludable
- Las visitas de control son importantes porque el médico puede:
- Ver si la enfermedad empeora
- Evaluar si los medicamentos están funcionando o causando algún efecto secundario
- Cambiar el tratamiento cuando sea necesario
- Realizar análisis de sangre, de orina y radiológicos