El estrés es una reacción física y psicológica normal, en respuesta a situaciones positivas o negativas de la vida (comenzar en un trabajo nuevo, la muerte de un ser querido, la falta de trabajo, el divorcio, etc.).

Es importante saber manejarlo para evitar que se transforme en un problema. La mayoría de los estadounidenses sufren problemas de estrés en algún momento del año.

Cuando el cerebro percibe una amenaza, hace que el cuerpo libere hormonas para estimular o mejorar la capacidad de respuesta, lo que se denomina reacción de «lucha o huida». Pero cuando la amenaza pasa,  el cuerpo frena la liberación de esas hormonas recobrando el equilibrio. Desafortunadamente, el estrés puede hacer que este sistema se altere permaneciendo en continua liberación de hormonas estimulantes. Con el tiempo, los altos niveles de estrés conducen a serios problemas de salud.

El estrés se torna un problema cuando interfiere con la vida diaria, pasando a ser un tipo de estrés llamado trastorno de adaptación, el cual está relacionado con enfermedades mentales que pueden afectar los sentimientos, los pensamientos y el comportamiento.

Este problema puede ocurrir en adultos y niños. Cada persona reacciona diferente ante diversas situaciones, lo importante es saber identificar lo que está ocasionando el estrés crónico.

Síntomas

  • Tristeza
  • Ataques de llanto
  • Pensamientos suicidas
  • Preocupación constante
  • Insomnio
  • Dificultad para concentrarse
  • Perdida del interés por los placeres de la vida
  • Trastornos sexuales
  • Conflictos
  • Inseguridad
  • Frustración
  • Pobre desempeño escolar o laboral
  • Ira
  • Dolor abdominal
  • Cefalea
  • Dolor o tensión muscular en el cuello y la espalda
  • Taquicardia
  • Respiración rápida
  • Sudoración
  • Temblores
  • Mareos
  • Cambios en los hábitos intestinales y/o alteraciones digestivas (diarrea, estreñimiento, náuseas, etc.)
  • Poliuria
  • Boca seca
  • Problemas para tragar

Complicaciones

  • Afecta al sistema cardiovascular, exacerbando o desencadenado los problemas hipertensión arterial, arritmias, aterosclerosis y a enfermedades coronarias e infarto del miocardio.
  • A nivel del sistema inmunológico el estrés puede disminuir la respuesta inmunológica, lo que lo haría más propenso a  sufrir enfermedades con frecuencia.
  • Aumenta las contracturas musculares produciendo lumbagos, dolor en  el cuello y los hombros. Además  pudiera exacerbar a la artritis reumatoide.
  • Podría desencadenar o agravar la gastritis, la ulcera péptica, el colon irritable y el estreñimiento.
  • Se relaciona con  trastornos sexuales, problemas de fertilidad, impotencia y alteraciones hormonales.
  • El estrés puede empeorar los síntomas de la dermatitis atópica, la psoriasis el acné, el asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
  • Puede complicar o agravar las enfermedades crónicas como el cáncer y la diabetes entre otras.

Diagnóstico

El médico realizará el diagnóstico a través de una buena historia clínica, que incluye interrogatorio,  examen físico y algunos exámenes de laboratorio para descartar otras patologías.
Si el examen físico y los exámenes complementarios resultan normales, también podría requerir una interconsulta con un especialista en psicología para su posterior evaluación y tratamiento.

Tratamiento

  • Trate de identificar la causa del estrés
  • Busque resolver la causa del estrés o al menos evitarla. Trate de crear un plan para lidiar con el problema
  • Si no logra identificar la causa del estrés, pida ayuda a familiares o amigos. De no tener resultados acuda a un médico o psicólogo
  • Trate de establecer prioridades en su trabajo
  • Planifique su día o semana, ayúdese con una agenda
  • No trabaje en exceso y aprenda a decir «no»
  • Haga una cosa a la vez
  • Evite distracciones para poder concentrarse
  • Aprenda a delegar algunas tareas en alguien de confianza
  • Reserve tiempo para usted
  • Trate de tener siempre una actitud positiva, sonría y vea el lado bueno de lo que considera malo
  • Cuando termine una tarea difícil, prémiese con algo
  • Planifique un tiempo para divertirse
  • Realice alguna actividad física como tai chi, yoga, técnicas de respiración y relajación
  • Consuma suplementos naturales para combatir el estrés
  • Evite las drogas y el alcohol
  • Deje de fumar
  • Combata el insomnio
  • Si estas técnicas no ayudan hable con su médico acerca de opciones de tratamiento